No me vez, pero sigo hay, mientras duermes cuido tu sueño, verte al despertar cada mañana es el placer prohibido que necesito a diario, te acompaño en tu ritual diario de alistar tu día, como Cancerbero resguardo tu seguridad, te veo desayunar todos los días, veo como te desalienta de a veces pensar que estas sola y no poder verme, mientras caminas por las calles siempre estoy a tu lado, cuando saltas o corres, imito tus pasos, nos detenemos a diario a ver tantos libros en esa vitrina que olvidad por muchos es nuestro delirio, te sigo en tu jornada, me siento a tu lado en todo lugar, e incluso frente a ti horas y horas mientras intentas aprender algo, me gusta ver tu cara de desesperación o de confundida cuando crees todo imposible, me encantaría que escucharas mi voz y hacerte entender que todo estará bien. Te veo conversar con otros, recorres los pasillos del templo siguiendo a un pequeño grupo, yo igual los sigo y me siento extraño cuando nos siguen a nosotros, o bueno, cuando te siguen a ti, se infla mi corazón, de saber que eres tan especial para mi, como para otros. Por fin el templo cierra sus puertas para nuevamente empezar un nuevo o viejo rumbo a tu morada, llegas y te lanzas a la cama, como si fuese necesario, quieres dormir, mas sabes que el día apenas lleva una parte y debes de alistarte para seguir el andar, mas cuando ya el sol esta por sobre tu cabeza, insistes en entrar bajo tierra, porque siempre iras tan apurada?, pero me encanta ver como te detienes a ver a la gente, a inventar historias con ellos, jajajajá mas de alguna vez le regale un sombrero a algún tipo para que tú lo pudieses notar mejor, o logre que una mujer se arreglara mas de la cuenta, para atraer tus ojos a ella, mas risa me da cuando hice que ella se tropezara y llegara donde el del sombrero y ahí empezar la historia que querías ver, pero aún así, nunca me notaste… porque será que siempre llegas tarde, será acaso que te retraso con mi impertinencia, pero es mi forma de decirte que estoy aquí, aunque nunca lo notas… bueno, gastas y gastas horas escribiendo palabras y memorizando líneas, me encanta pensar que me las dices a mi, veo igual que muchos te miran, que celos por no poder espantarlos, pero así va el día, rápido, muy lento… tarareas a escondidas para que nadie oiga tu voz, pero yo presto atención a tus sonetos, es lo que mas hago. Vuelta, ya el sol se a ocultado y debes de regresar a casa, las calles ya no las crees seguras y te da miedo el andar a solas por esos lugares, yo te acompaño, primero vale mas tú integridad y si sobra algo, pues la mía, te quejas del encierro, quieres ver el verde a tu alrededor, te gustaría también vivir en las montañas y recordar lo que serían los buenos tiempos, siempre lo haces, recuerdas, recuerdas mucho, me agrada eso, porque a veces logro ver que me recuerdas, pero por lo general tu mente siempre esta en el horizonte… llega la hora del final, ya exhausta y cansada te recuestas en tu alcoba, miras a tu alrededor, y vez tantos libros que tienes y recuerdas tantos personajes, pero con ellos no su historias, sino la historia que haz creado en torno a ellos, el sueño empieza a vencerte, dijiste algo? No alcance a escuchar que dices, que lastima… cierras los ojos, tu respiración empieza a calmarse y tus latidos toman un ritmo sanador, tu día a acabado y solo me resta esperar a que estés en algún placido sueño y no despierta, para al fin aparecer y besar tus labios, pronunciar mi nombre en tu oído, para que entiendas que aun estoy contigo, y aguardar al siguiente anochecer para escuchar que dices cada noche antes de dormir… buenas noches mi amor, esta noche volveré a velar tu sueño hasta verte despertar un día mas…
Baltazar, de alas rotas.
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